Me preocupa que en pleno siglo XXI la iglesia católica siga defendiendo una posición retrógrada y propia de la edad media, por no decirlo que pulula de la cloaca y que terminó por imponerse en el país como un mecanismo de defensa  por los invasores de la vieja España para poder defenderse e ingresar a territorio americano. Según, la Constitución de la República (el máximo órgano que rige en el Perú) somos una sociedad laica.

Entonces porque se les hace tanto caso y se continúa con los caprichos de lo que diga Bambarén o Cipriani y otros religiosos, los que alguna vez dijeron que “los derecho humanos son una cojudes”, quienes apadrinaron regímenes autoritarios y corruptos; además sirvieron de garantes en muchas situaciones graves que afrontaba el país.

Resulta repugnante que esta institución que pregona pureza y castidad (iglesia católica) sea una de más cuestionadas, ni siquiera tiene la moral para hablar de derechos de las personas. Hay muchos casos en los que la “iglesia” privó de derechos a sus feligreses y a inocentes criaturas que fueron y siguen siendo víctimas de malos sacerdotes o “curas” a quienes en alguna vez fueron pontificados como santos y que en su momento fueron cuestionados y sindicados como pederastas y pedófilos.

Desde cuando se le ha asignado a la iglesia un rol protagónico y que siga defiendo a ultranza una posición de la edad de piedra, me parece repugnante que sigan como sanguijuelas lucrando del supuesto don de “Fe” que les concede la supuesta palabra de “Dios” representada en un libro común y corriente como "La Biblia", recordemos que la mayoría de la población peruana no profesa una religión sino que profesa el sincretismo religioso; como así, hoy están peregrinando ante un santo y mañana están en un ritual ante un chamán.

De que matrimonio habla la iglesia, si el que celebran ellos (ósea los sacerdotes) no sirve de nada según la constitución; sino que es una costumbre y además se volvió una tradición en la sociedad peruana, después que fuera implantado por obligación de los invasores españoles en 1532 y que por décadas se ha mantenido.

Recordemos que la iglesia católica no llego de la nada, sino que fue por la ambición de poder y por la lujuria del oro y no es la santa como nos la pretenden vender. Hagamos memoria un poco, fueron los culpables de muchas desapariciones cuando el Perú formaba parte de la colonia española y que para ese entonces era el virreinato de la Nueva Castilla o Peruano, con su llamado tribunal de la Santa Inquisición, de que cual nunca se han arrepentido.

Hoy, los que dirigen estás instituciones no han  hecho un mea culpa por las atrocidades cometidas  en épocas pasadas ni han realizado las reparaciones correspondientes, y para colmo sus máximas autoridades reciben un sueldo del estado peruano como si fueran funcionarios de gobierno.